El Feng Shui es un antiguo sistema chino de armonización de espacios para promover el flujo positivo de energía y mejorar la calidad de vida.
Hay que concentrarse en crear un entorno armonioso y equilibrado que promueva el bienestar y desarrollo saludable del bebé. El Feng Shui puede ayudarnos con sus sugerencias a preparar el cuarto adecuado para el bebé.
Feng Shui en el cuarto del bebé
La energía Feng Shui tiene varios beneficios para los niños, ya que ellos están representados por el elemento madera, que es uno de los 5 elementos chinos, la madera se encuentra vinculada con el crecimiento, por lo tanto con los niños.Por eso es ideal que las cunas sean de madera.
Si sus habitaciones están neutralizadas con energía Feng Shui el crecimiento del niño va a ser mucho mejor, más sano y más seguro, sin influir de ninguna manera en la propia personalidad del niño.
Ubicación del cuarto del bebé: Teniendo en cuenta al Feng Shui, no debemos colocarlo sobre espacios vacíos, como por ejemplo sobre un garaje. Si son varones lo ideal es colocar el cuarto de ellos en el este o norte de la casa, mientras que si son mujeres en la zona sur o zona oeste.
Puedes aplicar los principios de Feng Shui en el cuarto del bebé para crear un ambiente tranquilo y armonioso. Aquí hay algunos consejos que puedes seguir:
La habitación del bebé debe ser lo muy serena y sencilla. Lo primero que debemos ubicar es la cuna o el moisés, una vez que queden bien orientados, podrás poner el resto de los muebles auxiliares de la forma más práctica y conveniente, esto dependerá de las características cuarto.
La cuna, tiene que ir siempre con su cabecera hacia una pared sólida, nunca debe ponerse debajo de una ventana ni con los pies del bebé hacia la puerta. A nivel inconsciente estas posiciones dan problemas de inseguridad, que un bebé expresará llorando. La posición justa es alejarla de la ventana y no colocarla hacia una puerta ya que el bebé tiene que sentirse muy protegido.Y nunca apoyada la cuna en una pared que dé a un baño.
Orientación de la cuna: Coloca la cuna del bebé en una posición donde la cabeza del bebé esté orientada hacia el este, el noreste o el suroeste. Estas direcciones se consideran auspiciosas según el Feng Shui.
Evita espejos frente a la cuna: Según el Feng Shui, es mejor evitar colocar espejos frente a la cuna del bebé. Se cree que los espejos pueden interferir con el sueño y la tranquilidad del bebé.
Colocar accesorios y elementos del bebé para su uso , descanso o cuidado personal en el cuarto ( pañales, prendas de bebé, alimento, elementos de higiene, etc.) , siempre manteniendo todo en forma ordenada. Evitar colocar elementos que no pertenezcan al bebé.Debe estar todo ordenado y organizado para atraer la abundancia.
Evitar esquinas afiladas: Asegúrate de que no haya muebles con esquinas afiladas apuntando hacia la cuna o el área de juego del bebé. Las esquinas afiladas pueden crear una energía negativa o agresiva.
Evitar el exceso de estímulos: Limita la cantidad de estímulos visuales en la habitación del bebé. Demasiados juguetes, colores brillantes o patrones complicados pueden dificultar la relajación y el sueño del bebé.
Colocar un sillón de lactancia: Poner un sillón de lactancia en el dormitorio del bebé es lo ideal, desde el punto de vista del Feng-Shui, ya que el tránsito del útero materno a la vida actual tiene que ser lo más suave posible, amamantar al bebé en su propio dormitorio es lo mejor que pues hacer.
Colores suaves y relajantes: Opta por colores suaves y relajantes en la habitación del bebé, como tonos de pastel o colores neutros. Evita colores demasiado brillantes o estimulantes, ya que pueden interferir con el sueño y la calma del bebé.
Los colores neutros son los más adecuados para las habitaciones Feng Shui. Pero hay que tener cuidado ya que no podemos confundir colores neutros con tonos pastel, no es lo mismo. Los colores neutros son los colores blanco roto, blanco hilo, color lino, beige clarito, tonos piedra bien claros. También, pueden usarse motivos infantiles para decorar.
Luz natural y buena ventilación: Procura que haya una buena cantidad de luz natural en la habitación durante el día y asegúrate de que haya una buena ventilación. La luz y el aire fresco promueven una energía saludable en el espacio.Abrir las ventanas regularmente para permitir la circulación del aire fresco.
Eliminar el desorden: Mantén la habitación del bebé limpia y ordenada. El desorden puede obstruir el flujo de energía y crear una sensación de caos. Utiliza soluciones de almacenamiento adecuadas para mantener los juguetes y otros objetos organizados.
Plantas y elementos naturales: Agregar plantas vivas y elementos naturales como piedras, conchas marinas o imágenes de naturaleza puede ayudar a crear una atmósfera tranquila y equilibrada en el cuarto del bebé.
Recuerda que cada familia es única, y lo más importante es crear un ambiente acogedor y amoroso para el bebé. Puedes adaptar estos consejos según tus preferencias y necesidades, manteniendo siempre el confort y la seguridad del bebé como prioridad.
